Los viajeros del aeropuerto de Praga pueden ser, desde abril de 2017, revisados más seguido de lo normal. Previamente, las maletas se revisaban por sospecha de llevar artículos prohibidos, pero ahora, su maleta puede ser seleccionada para un chequeo al azar, principalmente con el propósito de encontrar explosivos.

El Aeropuerto de Praga está implementando un nuevo sistema para chequeos que muchos otros aeropuertos en todo el mundo ya han implementado. Ahora, el aeropuerto puede seleccionar sus maletas al azar para realizar inspecciones contra bombas, explosivos y rastros de ello.

Los pasajeros cuyas maletas sean difíciles de abrir pueden meterse en problemas. Su maleta debería tener un cierre TSA que se pueda abrir sin la necesidad de aplicar fuerza.

Si usted no cuenta con un cierre TSA en su maleta, los empleados podrán abrir la maleta a la fuerza. La apertura de su equipaje puede dañar su maleta y prevenir que se cierre nuevamente. En ese caso, su maleta será ajustada con una lámina protectora y cuerdas que lo sostengan junto, de acuerdo al Aeropuerto de Praga.

Según Marika Janoušková, la vocera del Aeropuerto de Praga, las maletas sin un cierre TSA son menos del 5% de las maletas.

Los chequeos se llevan a cabo por los especialistas, quienes ya se han puesto en contacto con elaboradores de cierres con respecto a los métodos para abrir sus maletas sin la necesidad de romperlas. Los empleados abrirán la maleta y tomarán una muestra del contenido que será puesta a prueba contra rastros de explosivos. El proceso se llevará a cabo bajo, la supervisión de televigilancia y se almacenará estricta evidencia de cada procedimiento.

“El proceso completo para abrir la maleta, realizando las pruebas necesarias, evaluando los resultados y cerrando subsecuentemente la maleta dura unos 10 minutos y se lleva a cabo sin que el pasajero esté en la habitación. No se interferirá con los procesos de check in ni chequeos subsecuentes del pasajero”, afirma Milan Špaček, un miembro del consejo del Aeropuerto de Praga, responsable del área de seguridad. Se revisan diez maletas de esta forma diariamente.

Si se abrió una maleta, el viajero se dará cuenta por la cinta en su maleta.

El viajero sabrá si sus maletas pasaron por chequeos o no basándose en la cinta con un aviso que sellará la maleta. Dentro de la maleta, habrá un mensaje ofreciéndole al viajero más información, así como todas las instrucciones necesarias.

Si la maleta se daña durante el chequeo, el viajero tiene que reclamar daños dentro de la ventanilla adecuada cuando haya llegado a su destino y llenar un formulario escrito dentro de siete días después de haberse dado cuenta.

Hasta ahora, las maletas se habrían después de que los aparatos de rayos x encontraran algo “inusual” dentro del contenido de la maleta. Ahora se puede abrir una maleta incluso si no se ve sospechosa en primera instancia.

Según Špaček, los chequeos al azar contra rastros de explosivos no son nada nuevos y se han utilizado por décadas en todo el mundo. “Para poder ser comparados con los aeropuertos más seguros del mundo, necesitamos mejorar continuamente nuestros estándares de seguridad y reaccionar a los eventos actuales alrededor del mundo. El Aeropuerto de Praga es visitado por más y más viajeros cada año, así que necesitamos reaccionar a estos cambios actualizando nuestros estándares en cuanto a chequeos de maletas y seguridad en general”, explica Špaček.

Éste no es el único inconveniente que los viajeros encuentran al volar. Los electrónicos prohibidos en Estados Unidos a bordo de los vuelos de algunos países y existen especulaciones de que esta prohibición también se hará en vuelos de Europa.